9/12/2019

¿Estás siempre muy cansada? ¿Tono pálido en la piel? Podrías padecer anemia

Te sientes más cansada de lo habitual y, por mucho que intentes descansar, no mejoras. Es uno de los síntomas más característicos de la anemia. Esta dolencia produce cansancio, reduce la tolerancia al ejercicio, aumenta el número de latidos cardiacos (pulsaciones) y deja un tono pálido en la piel, incluso amarillento. La intensidad de estos síntomas depende del nivel de hemoglobina (Hb), pero también de la velocidad de instauración de la anemia. Si es lenta (la mayoría), produce pocos síntomas porque el organismo tiene mecanismos compensadores que permiten tolerarlo siempre que otros órganos (pulmón, corazón, etc) funcionen correctamente.

El hierro es necesario para fabricar la hemoglobina. Esta sustancia, presente en los glóbulos rojos de la sangre, transporta el oxígeno por el cuerpo. La falta de hierro —y descenso de hemoglobina— produce lo que conocemos como anemia ferropénica. La anemia por déficit de hierro es la más frecuente, más aún en mujeres en edad fértil, debido a la pérdida de sangre por la menstruación. También es muy común durante el embarazo y la lactancia, pues aumentan las necesidades de hierro. EEl sangrado digestivo apenas visible y mantenido en el tiempo suele ser la causa más frecuente de déficit de hierro en mujeres postmenopáusicas.

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA ANEMIA FERROPÉNICA?

Con el paso del tiempo nuestro organismo va consumiendo las reservas de hierro y poco a poco aparecen síntomas como:

– Fatiga, debilidad y desvanecimientos

– Problemas de concentración, pérdida de memoria y nerviosismo

– Problemas de sueño y cefaleas

– Fragilidad de las uñas y alopecia

– Tono pálido de la piel, inflamación de la lengua y úlceras en la comisura de los labios

– Síndrome de las piernas inquietas (incomodidad de las piernas en reposo)

– Trastorno de la Pica (trastorno de la ingestión y de la conducta alimentaria)

Para confirmar que estos síntomas son debidos a una carencia de hierro deberás acudir a tu médico, quien confirmará a través de pruebas si la ferritina (los depósitos de hierro) está baja o no.

¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO?

Una vez resuelto el problema de la anemia, para restaurar las reservas de hierro del organismo, se seguirá un tratamiento oral de hierro durante al menos 6 meses. Se recomienda tomar el tratamiento en ayunas, 30 minutos antes del desayuno, acompañado de bebidas ricas en vitamina C y evitando fármacos como los antiácidos, el omeprazol y el calcio, para mejorar su absorción.

El estreñimiento, la diarrea, los dolores abdominales e incluso las heces negras son síntomas que puede causar el tratamiento de hierro y ante los cuales es fundamental acudir al médico para que pueda modificar el tratamiento con cambios de concentración, fraccionamiento de dosis y aumento del tiempo de tratamiento. Además, existe la posibilidad de administrar el hierro de forma inyectable en los casos graves en los que no pueda ser administrado por vía oral.

¿Se puede prevenir el déficit de hierro?

Aunque no siempre depende de los hábitos, puede tratar de evitarse con una dieta variada y equilibrada que incluya alimentos ricos en hierro. Los berberechos y las almejas son los que más tienen, así como algunas carnes como la morcilla y el hígado. Tu médico será la persona más apropiada para aconsejarte la alimentación más acorde a tu situación. Los suplementos de hierro no deben tomarse de forma rutinaria, solo cuando exista un déficit comprobado en un análisis y se lo recete un especialista. Ya sabes: si sospechas que puedes tener falta de hierro, consulta con tu médico cuanto antes.

Referencias