Vifor Pharma y Sedisa se unen para luchar contra los procesos sanitarios ineficientes.

Con el objetivo de contribuir a la máxima eficiencia del sistema sanitario en un momento en el que la pandemia que estamos viviendo está poniendo a prueba su fortaleza y ante la incertidumbre de la situación económica general, Vifor Pharma y La Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), han organizado exitosamente los encuentros digitales: “la Cultura del No Hacer en el post Covid-19”.
Estos eventos pretenden analizar los procesos asistenciales y de gestión que se han introducido, modificado o aplazado durante la crisis del coronavirus con el fin de valorarlos para determinar su continuidad o su eliminación. Durante estos encuentros, los expertos han puesto sobre la mesa la necesidad de implementar herramientas para que los profesionales sanitarios puedan acometer adecuadamente los procesos asistenciales vinculados con las estrategias «No Hacer».
Durante las sesiones, los expertos expusieron la necesidad de implementar herramientas para que profesionales sanitarios puedan acometer adecuadamente los procesos asistenciales vinculados al “No hacer“. También se destacó la necesidad de protegerles legalmente en referencia a nuevas aproximaciones. Como por ejemplo, la tele-asistencia. Esta herramienta se ha generalizado durante y tras la pandemia. Además, puede dejar desamparados a quienes recurran a ella con sus pacientes en caso de presentarse algún problema, al no estar regulada como “acto médico”.
“Lo que no se hace en el sistema sanitario es tan importante como lo que se hace” es una afirmación en la que han coincidido la mayoría de los profesionales que participaron en las jornadas. Así como en la importancia de la cultura del “No hacer” en la estrategia PBM (Patient Blood Managment). El objetivo de esta estrategia es fomentar un uso más eficiente de las reservas de sangre y hemoderivados. Los expertos coinciden en que hay cinco razones para ello: la escasez en su suministro; la forma en que se utilicen, que puede conllevar un mayor coste asistencial; su nivel de seguridad, pese a que en España es extraordinaria; cuestiones de calidad y eficacia, y, sobre todo, la evolución clínica de los pacientes, que mejora si se emplea la sangre de forma adecuada”.
Para más información, accede aquí al webinar “La Cultura del NO HACER en el post COVID-19”: