El 80% de los pacientes tratados con quimioterapia experimentan NaVIQ (náuseas y vómitos inducidos por quimioterapia)1. Las NaVIQ interfieren con el cumplimiento de los tratamientos y, especialmente las náuseas ejercen un impacto negativo en la calidad de vida de los pacientes, con un aumento de costes directos ocasionados por el uso de medicación, consultas médicas y hospitalizaciones 1-5. Las NaVIQ son un acontecimiento adverso frecuente que se produce como consecuencia de la administración de un agente quimioterápico. Las NaVIQ pueden clasificarse en tres subtipos clínicamente distintos, sobre la base de los procesos fisiopatológicos subyacentes y el momento de comienzo (Figura 1):

Náuseas y vómitos anticipatorios

Se producen antes de un nuevo ciclo de quimioterapia en los pacientes que ya han sufrido NaVIQ en un ciclo de quimioterapia previo y es una respuesta condicionada a estímulos como el olfato, la vista y los ruidos de la sala de tratamiento.

Náuseas y vómitos en la fase aguda

Aparecen entre unos pocos minutos y varias horas después de la administración de la quimioterapia y normalmente se resuelven en las 24 primeras horas. Generalmente transcurren entre 5 y 6 horas hasta la máxima intensidad de la emesis aguda.

Náuseas y vómitos en la fase retardada

Se producen entre 24 horas y 120 después de la quimioterapia. Normalmente se producen cuando se administran cisplatino, carboplatino, ciclofosfamida o doxorubicina.

Referencias bibliográficas
  1. Abramovitz y Gaertner. J Oncol Pharm Practice 2015. DOI: 10.1177/1078155215581525.

  2. Ballatori, E., Roila, F., Ruggeri, B. et al, “The impact of chemotherapy induced nausea and vomiting on health related quality of life,” Support Care Cancer, vol. 15, pp. 179-85, 2007.

  3. Griffin, A.M., Butow, P.N., Coates, A.S. et al., “On the receiving end V: Patient perceptions of the side effects of cancer chemotherapy in 1993,” Annals of Oncology, vol. 7, pp. 189-95, 1996.

  4. de Boer-Dennert, M., de Wit, R.,Schmitz, P., et al, “Patient perceptions on the side effects of chemotherapy: the influence of 5HT3 antagonists,” Br J Cancer, vol. 76, no. 8, pp. 1055-61, 1997.

  5. Bloechl-Daum, B.,Deuson, R., Mavros, P., et al, “Delayed nausea and vomiting continue to reduce patients’ quality of life after highly and moderately emetogenic chemotherapy despite antiemetic treatment,” J Clin Oncol, vol. 24, pp. 4472-8, 2006.

Las NaVIQ, especialmente cuando se producen durante la fase tardía o retardada (días 2-5 del ciclo de quimioterapia), provocan problemas importantes en los pacientes con cáncer que reciben quimioterapia altamente emetógena (QAE) o quimioterapia moderadamente emetógena (QME). Se ha comunicado que más del 90 % de los pacientes con náuseas y vómitos mal controlados notificaban una repercusión importante en su vida diaria1. De hecho, muchos pacientes califican los vómitos y las náuseas como los efectos secundarios más molestos de la quimioterapia; las náuseas tienen una mayor repercusión en su calidad de vida que los vómitos2-4.

Aunque los tratamientos existentes hasta el momento permiten manejar estos síntomas, las náuseas y vómitos anticipatorios y tardíos siguen siendo un problema para los pacientes que reciben quimioterapia5.

Existen dos factores que dificultan el control adecuado de las NaVIQ. El primer factor está relacionado con la infraestimación de la incidencia de NaVIQ y con la sobreestimación de la eficacia de los tratamientos profilácticos administrados por parte del personal sanitario6-8. El segundo factor lo está con la creencia errónea de los pacientes de que las NaVIQ son un efecto necesario de la quimioterapia que deben soportar9.

A pesar de la existencia de guías clínicas de profilaxis de la emesis, la falta de implementación de estas y el inadecuado cumplimiento terapéutico resultan en ocasiones en una profilaxis de control subóptima de las NaVIQ10,11.

De acuerdo con los resultados de un estudio observacional, prospectivo y multicéntrico, realizado por Aapro et al.12, el control de las NaVIQ fue superior en aquellos pacientes tratados en consonancia con las recomendaciones de las guías de práctica clínica con respecto a aquellos que no fueron tratados según dichas recomendaciones (59,9 % frente a 50,7 %; p = 0,008)12.

Por último, es importante lograr un buen control de las NaVIQ desde el primer ciclo de quimioterapia, ya que en los pacientes que presentaron NaVIQ durante el primer ciclo es un factor determinante para sufrirlas también en los ciclos siguientes, aumentando las probabilidades de NaVIQ en casi 6,5 veces durante el ciclo 2 y 14 veces en el ciclo 313.

Referencias bibliográficas
  1. Ballatori E, Roila F, Ruggeri B, et al. The impact of chemotherapy-induced nausea and vomiting on health-related quality of life. Support Care Cancer 2007;15:179-85.

  2. Griffin AM, Butow PN, Coates AS, et al. On the receiving end V: Patient perceptions of the side effects of cancer chemotherapy in 1993. Ann Oncol 1996;7:189-95.

  3. de Boer-Dennert M, de Wit R, Schmitz P, et al. Patient perceptions on the side effects of chemotherapy: the influence of 5HT3 antagonists. Br J Cancer 1997;76:1055-61.

  4. Bloechl-Daum B, Deuson R, Mavros P, et al. Delayed nausea and vomiting continue to reduce patients’ quality of life after highly and moderately emetogenic chemotherapy despite antiemetic treatment. J Clin Oncol 2006;24:4472-8.

  5. Janelsins M, Tejani M, Kamen C, et al. Current pharmacotherapy for chemotherapy-induced nausea and vomiting in cancer patients. Expert Opin Pharmacother 2013;14:757-66.

  6. Majem M, Moreno ME, Calvo N, et al. Perception of healthcare providers versus patient reported incidence of chemotherapy-induced nausea and vomiting after the addition of NK-1 receptor antagonists. Support Care Cancer 2011;19:1983-90.

  7. Grunberg SM, Warr D, Gralla RJ, et al. Evaluation of new antiemetic agents and definition of antineoplastic agent emetogenicity – state of the art. Support Cancer Care 2011; 19 Suppl 1:S43-7.

  8. Escobar Y, Cajaraville G, Virizuela JA, et al. Incidence of chemotherapy-induced nausea and vomiting with moderately emetogenic chemotherapy: ADVICE (Actual Data of Vomiting Incidence by Chemotherapy Evaluation) study. Support Care Cancer 2015;23:2833-40.

  9. Salsman JM, Grunberg SM, Beaumont JL, et al. Communicating about chemotherapy-induced nausea and vomiting: a comparison of patient and provider perspectives. J Natl Compr Canc Netw 2012;10:149-57.

  10. Jordan K, Gralla R, Jahn F, et al. International antiemetic guidelines on chemotherapy induced nausea and vomiting (CINV): content and implementation in daily routine practice. Eur J Pharmacol 2014;722:197-202.

  11. Mertens WC, Higby DJ, Brown D, et al. Improving the care of patients with regard to chemotherapy-induced nausea and emesis: the effect of feedback to clinicians on adherence to antiemetic prescribing guidelines. J Clin Oncol 2003;21:1373-8.

  12. Aapro M, Molassiotis A, Dicato M, et al. The effect of guideline consistent antiemetic therapy on chemotherapy induced nausea and vomiting (CINV): the Pan European Emesis Registry (PEER). Ann Oncol 2012; 23:1986-92.

  13. Molassiotis A, et al. J Pain Symptom Manage.

Fisiopatología de las NaVIQ

Las NaVIQ conllevan una fisiología complicada y múltiples facetas en las que intervienen varias zonas del sistema nervioso central y periférico, así como varios neurotransmisores y receptores. Se piensa que los estímulos aferentes provienen de múltiples fuentes, incluidos los nervios aferentes vagales del abdomen y la zona gatillo quimiorreceptora (figura 1)1. El mecanismo de activación principal de las NaVIQ se produciría en el área del abdomen mediado por la activación de los receptores de la 5-HT3. Los agentes quimioterapéuticos liberarían 5-HT3 a partir de las células enterocromafinas del tracto gastrointestinal, que estimularía a los receptores de la 5-HT3 de las aferencias vagales y esplácnicas cercanas, con lo que el estímulo llegaría al centro del vómito. Algunos agentes quimioterapéuticos o sus metabolitos pueden interactuar, directa o indirectamente, con receptores del área postrema de la zona de activación de los quimiorreceptores2. La fisiopatología de las NaVIQ retardadas ha sido menos estudiada, pero parece que la 5-HT3 no tendría un papel relevante, dado que los antagonistas de la 5-HT3 son poco efectivos para su manejo. Los resultados prometedores de los inhibidores del receptor de la NK1 sugieren que la sustancia P tendría un papel relevante en la respuesta emética aguda y tardía2.

Las náuseas y vómitos de la fase aguda son mediados, principalmente, por la serotonina y los de la fase retardada son mediados, principalmente, por la sustancia P al actuar sobre los receptores NK13.

Referencias bibliográficas
  1. Darmani N, Ray A. Evidence for re-evaluation of the neurochemical and anatomical bases of chemotherapy-induced vomiting. Chem Rev 2009;109:3158-99.

  2. Gómez Raposo C, Feliú-Batlle J, González-Baróna M. Prevention and control of chemotherapy-induced nausea and vomiting. Med Clin (Barc) 2006;126(4):143-51.

  3. Rojas C, Slusher BS. Mechanisms and latest clinical studies of new NK1 receptor antagonists for chemotherapy-induced nausea and vomiting: Rolapitant and NEPA (netupitant/palonosetron). Cancer Treat Rev 2015;41(10):904-13.

Factores de riesgo de las NaVIQ

De acuerdo con la bibliografía publicada, diversos factores desempeñan un papel importante en la determinación del riesgo de NaVIQ1-4. Entre los factores de riesgo de NaVIQ los hay relacionados con el tratamiento (por ejemplo, el tipo de agente quimioterápico y la dosis) y los que son específicos de cada paciente. Los factores de riesgo principales de NaVIQ son la emetogenicidad de la quimioterapia, el género femenino y la edad más joven5 (figura 1). En la tabla 1 se muestra el riesgo emético de los antineoplásicos. La administración concomitante de más de un agente quimioterápico, así como los ciclos repetidos de quimioterapia, aumentan la posibilidad de náuseas y vómitos1,6-8.